Magda Portal: Una esperanza i el mar

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La poeta peruana Magda Portal (1900-1989) creció cerca del mar, en el barrio de Barranco en Lima. La presencia del mar la acompañará durante su vida jugando diferentes papeles. Es entendible que en ese mismo barrio donde habitó sus infancias, específicamente en la Bajada de los baños, esté pintado un mural en honor a ella, y que desde ahí se divise el mar. Si se busca el mural en Google maps, no aparece, pero avanzando por la Bajada de los años uno encuentra a un par de niñas sentadas en un mirador.

De niña, Magda vivió el desalojo de su familia, y cuando tenía siete años la muerte de su padre. Tuvo una juventud inquieta y comprometida, por decir lo menos, fue miembra fundadora, en 1924, de la Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA). Su vida estuvo comprometida con un horizonte de esperanza en el que se construiría una realidad justa e igualitaria. Su obra se inscribe en la poesía social, que para ella significaba: “la denuncia ante el mundo de lo que sufren los más desamparados”.

Su vida también fue marcada por el desarraigo. Sus acciones políticas la llevaron al exilio en 1927. Poco antes de su partida, en la editorial Minerva, que dirigían los hermanos Mariategui, Magda Portal publica Una esperanza i el mar. Un libro abiertamente libertario tanto en lo estético como en lo político. Ella posiblemente lo describiría como protestatario.

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En sus páginas, Magda se inmiscuye en su contexto sociocultural, recoge y hace suyos múltiples rasgos de los –ismos, tanto europeos como americanos; ya desde el título adopta una ortografía que recuerda a Xul Solar, en todos los poemas del libro es premeditado el uso de la “i” en lugar de la “y” como nexo.

En sus versos hay trazos de creacionismo (“el mar hincha su lomo negro / como una montaña / para mirar bien alto”), futurismo (“i toda la fábrica es una sola / maquinaria de empuje formidable / como un titánico organismo / que mueve el motor maravilloso / de los cerebros de 100 hombres unidos / i el hermoso espectáculo del cerebro / i el músculo en acción”), surrealismo (“paisaje color de té”), estridentismo (“las antenas telepáticas / traen mensajes atrabilarios”); su experiencia poética es un furor en su percepción: (“devuelvo lo que absorben los remolinos de mis ojos / impregnado del radio de mis cavernas cerebrales”).

Magda utiliza el tamaño de la tipografía y las mayúsculas como elementos creadores de efecto; metaforiza con la dinámica de las máquinas, no elude el compromiso social ni la melancolía, entendida ésta como estado de alerta, furor y crítica, y también tristeza (“cada mañana llega con su equipaje de esperanza / que resulta vacío”).

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En su poema “13”; Magda escribe: “Para no asirme a nada / abrí los brazos en el signo más amplio”; autodefiniéndose con certeza. Está embriagada de su época, ha interiorizado los acontecimientos estilísticos que la envuelven, se sirve de ellos para construirse, le ayudan a precisar su expresión y configuran su personalidad poética. Magda pertenece a una generación nueva.

Mariategui escribía en el número del segundo aniversario de la revista “Amauta”, en 1928, sobre el uso términos como “vanguardia”, “izquierda” y “renovación”: “Nos hemos servido de ellos para establecer demarcaciones provisionales, por razones contingentes de topografía y orientación. Hoy ya resultan demasiado genéricos y anfibológicos. Bajo estos rótulos empiezan a pasar gruesos contrabandos. La nueva generación no será efectivamente nueva sino en la medida en que sepa ser, en fin, adulta creadora”.

En ese mismo texto, Mariategui escribe sobre la línea de la revista unas palabras que pueden extenderse a Magda Portal, quien fue frecuente colaboradora de la revista, inclusive muchos de sus poemas anteriores a Una esperanza i el mar aparecieron publicados en sus páginas. “(Amauta) profesa una idea histórica, confiesa una fe activa multitudinaria, obedece a un movimiento social contemporáneo” La poesía de Magda Portal, cuando se refiere a la libertad, a la alegría, a la esperanza y a la melancolía, sin duda habla a una libertad tanto social como estética cuya realización se perfila en el futuro: “i sin embargo / en las antenas del cerebro / se han posado las golondrinas / tristes del / recuerdo yo las miro atentas / ¿cuándo volarán?”. En sus poemas no habita únicamente el futuro, sobre el pasado Magda dice: “amarrados al recuerdo / espectro detrás de nuestras pisadas / como la tara de la sangre”.

A este libro al que le escurre juventud, le seguirá un largo silencio que se romperá en 1945, cuando Magda Portal publica Costa Sur, con poemas producto de su exilio el tono evidentemente cambia. Su obra poética completa está editada en el FCE y puede conseguirse a buen precio en una venta de saldos, esos sitios donde habita lo impredecible.

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Municiones 

Texto por Oscar Muciño

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