Una década de pizzas, rock y rebeldía

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Nunca he comido una Pizza del Perro Negro. Lo atribuyo a esa aversión que siento cuando muchas personas recomiendan algo. Eso que me recomiendan sea comida, series, discos, películas, libros, al sentir un bombardeo me da la impresión de que o es malo o no tan bueno como parece. Las recomendaciones cuando vienen fundamentadas y acompañadas de un breve resumen sin spoilers me parecen más atractivas.

Hace años cuando Pizzas del Perro Negro estaba en pleno apogeo, oía de la marca por boca de varios amigos y hasta en los festivales los veía, su rebeldía ante las combinaciones tradicionales era lo que más escuchaba comentar, eso los ha llevado a conseguir productos originales. No me queda más que reconocer su exitosa campaña del momento, tan buena que estoy hablando de ella. Pero debido a mi aversión nunca fui a comprar una.

Se cumplen 10 años de esta icónica pizzería que ha crecido en sucursales y se ve cada año más sólida, esto lo atribuyo a su constante relación con la música y los jóvenes. La pizza sigue siendo un producto relacionado con la juventud y ellos lo saben, basta con ver sus promociones: Tatúate el logo de la pizzería y obtén pizza de por vida, vuélvete parte de la Jauría. Además sus sucursales han servido para eventos musicales, skate, galería de graffiti y street art.

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El aniversario más perro

Una década en el gusto del público se oye fácil en palabras, pero en acto es un arduo trabajo de constancia. Más si contemplamos una pandemia de por medio. Para esta celebración el cartel que se iba a presentar era prometedor, mi primera impresión fue “buena selección de bandas”. Además distintas actividades culturales se realizarían en ese fin de semana salvaje.

Llegamos temprano al Sangriento, un venue perfecto para lo que se perfilaba una fiesta cargada de guitarrazos, distorsiones, baterías poderosas y looks de los 70’s. Se dividió en 2 escenarios, como un pequeño festival. El primero en poner a tono el Sangriento Stage fue El Culto del Ojo Rojo, proyecto que fusiona el rock, el stoner y la psicodelia, dio una muestra de su poderío tocando sus track´s: El Hombre Prometeo, El Muerto, Centurias, Sin Miedo A Morir. Un proyecto que podría haber sonado más tarde, aún así el aforo era bueno para ser las 4pm. Sin duda una banda que hay que tener en la mira.

Llegó el turno de Los diabólicos banda nueva que se presentó en el Capilla Stage el cual se encontraba en el primer piso sobre la sucursal de Pizzas del Perro Negro ubicada dentro del Sangriento. La banda puso a mover la cabeza del auditorio con sus riffs. Qué mejor fiesta que ésta para darte a conocer con el público conocedor del género.

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Otra de las joyas del cartel fue el siguiente proyecto Johnny Nasty Boost firmados recientemente por una disquera australiana, y que cuenta en su discografía con un en vivo grabado en el Whisky A Go Go, legendario lugar en el cual se presentaron bandas como The Birds, Alice Cooper, The Hollies, The Doors entre otros. Dieron un gran show tocando un rock psicodélico muy bien ejecutado con influencias de las grandes bandas de finales de los 60´s y principio de los 70´s pero con un estilo personal y fresco que se disfruta más si traes encima un par de chelas. Los Johnny Nasty son grupo que tienen potencial para tocar en los grandes festivales internacionales.

Uno de los aspectos que quiero denotar es la buena organización, las presentaciones se dieron conforme a los horarios y eso se agradece. Continuó Dry Heat proyecto alterno de Sean Wheeler que maneja el punk y el performance.

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Pero mi pensamiento estaba en la siguiente banda The Froys unos jóvenes de la capital que en poco tiempo se han colocado en el gusto de la gente que sigue la escena garage, rock psicodélico, stoner, mexicana. Otro show que disfrute bastante, buenas ejecuciones y actitud sobre el escenario, siempre es bueno ver a una banda entregada al show. Además ya estaban los moshpit intensos con un público que pedía destrucción.

Llegó el turno de una de las bandas mexicanas que ha aportado mucho al revival del rock psicodélico en México y me refiero a The Risin Sun, que lanzó un EP este año llamado Bebé llorón donde buscan ahora con letras en español revalorar el lenguaje y el rock nacional, recordemos que recientemente se cumplieron 50 años del Festival Avándaro, la idea de la importancia y revaloración de este histórico suceso, se ha visto reflejada en los tracks de muchos proyectos actuales. Refinado, My pobre corazón, Bebé llorón, fueron algunos de las canciones que la banda esperaba, una demostración de dinamismo y buen manejo del escenario por parte de Larry Desentis y compañía. Para esta instancia ya el foro estaba casi lleno y llevábamos medio festival de Pizzas del Perro Negro con grandes presentaciones.

La banda sorpresa era otro de esos proyectos que habían caído en mis algoritmos musicales Sgt. Papers un power dúo conformado por los hermanos Iván y Felipe García provenientes de Hermosillo, Sonora. Sgt Papers cerraría las actividades de la Capilla Stage, en este punto uno podría pensar que entre tanto proyecto psicodélico sonaría todo muy parecido, pero sucedió todo lo contrario, cada banda fue una experiencia distinta que me permitió ver una escena poderosa. Los hermanos García no soltaron a la gente con sus riffs y melodías hipnóticas, llevándolos a un torbellino de moshpits enérgicos donde salió el primer surfista cargado por la gente. La banda coreaba Échale Campeón, Muerte de Envidia, Ya levántate, bombas que detonaron un show memorable, que hasta la banda agradeció al público tan buena recepción.

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Sean Wheeler y los caminos, la leyenda del desierto se apoderaba del Sangriento Stage para darle entrada a la noche que cubría el foro y permitiría el brillo del letrero del venue mientras la gente seguía entre cervezas, amigos y buena música. Sean se le conoce por ser uno de los pioneros de la escena under del harcore punk en Coachella Valley, con su banda Mutual Hatred, a colaborado con músicos de la talla de Lemmy Kilmister y Mark Lanegan entre otros. Ahora acompañado de Los Caminos, no dejó de lado su estilo teatral y carismático.

Después de un silencio en su carrera Hong Kong Blood Opera reapareció en los escenarios nacionales para demostrar que el proyecto tiene aún bastante que dar, recientemente lanzaron Live from Melmac, que se aventura a un punk experimental, con tintes de screamo, industrial y metal. Las bandas sonorenses sacando la casta en la tremenda fiesta de Pizzas del Perro Negro.

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Se acercaba el fin de esta celebración y como condimento especial a esta gran pizza llega el turno de la súper banda compuesta por 2 leyendas del stoner, Brant Bjork y Nick Oliveri quienes son pioneros del género con su banda Kyuss, y a este combo se suma el baterista Ryan Güt de Hammerface para formar Stöner, banda que acaba de lanzar su primer material Stoner Rules. Por la afluencia de gente que ingresó al foro a esa hora, fue evidente la importancia de esta primera vez de Stöner con el público mexicano, quienes recibieron con ovaciones al ver a Nick Oliveri bajista que tuvo una gran proyección cuando formó parte de Queen Of The Stone Age junto a Josh Hommes, pero seguramente la banda under conoce más de Nick sus proyectos como Mongo Generator o Svetlanas esta última formada en Milán, Italia donde exploran los sonidos Thrashcore y punk rock. Y qué decir de Brant quien ha trabajado con otras leyendas como Fu Manchú que pudimos ver en un festival Hipnosis.

Algo que pude notar es que el estilo americano del stoner y el propio estilo de la banda de Brant y Nick son un referente, que va desde el origen hasta una versión propia del trío de experimentados músicos, que a cada track mostraban su dominio y seguridad al interpretar su disco, y eso fue un motivante para tener a un público que disfrutó cada momento de la presentación, algunos temas que sonaron fueron The Older Kids, Rad Stays Rad, así como su sencillo Nothin´.

Antes de terminar el show, pensé en cenar una pizza y romper con ese pendiente culinario, pero para ese momento se había cerrado el servicio del restaurante y del food truck que estaba al ingresar al escenario principal del Sangriento. Por el momento seguiré con ese pendiente en mi lista, pero eso no resta nada a la gran celebración de 10 años que vivimos en ese fin de semana que no olvidaremos. ¡Larga vida a las Pizzas del Perro Negro!

 

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Texto por Takeshi López

Fotos por Iván Márquez

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