Segundo día en la FIMPRO 2018

[vc_row][vc_column][vc_column_text]Distribución digital en el nuevo ecosistema sonoro

El segundo día de la cuarta edición de este encuentro por la música dio inicio con la conferencia “Distribución digital en el nuevo ecosistema sonoro”, donde se contó
con la participación de cuatro agregadoras digitales representadas por Ariel Etbul, de Ditto Music; Inma Grass, de Altafonte; Mario Sánchez, de CD Baby y Claudia
Ochoa, de The Orchard.

Inició la charla explicando la función de las agregadoras o distribuidoras digitales de música y cómo son indispensables para que la música pueda estar en las tiendas. Estas se encargan de mediar el acceso, a las diferentes plataformas y mercados. Les ayuda a los artistas o sellos a subir su contenido y hacerlo disponible en las tiendas y plataformas. Adicional a que ayuda al músico a que puede mirar las estadísticas e ingresos que se generen en las diferentes plataformas.

Claudia Ochoa, de The Orchard, mencionó que, para ellos, como empresa, es fundamental tener una buena comunicación con el artista, aunque trabajan con
disqueras grandes, generalmente. Irma Grass, de Altafonte, inició su intervención explicando que el paradigma de la música ha cambiado completamente, pues hace
unos años era necesario tener muchísimo dinero para grabar un disco. Hoy en día eso se ha facilitado, ha cambiado la forma en la que se da a conocer esta música.
Antes se dependía de la radio, si esta no te programaba, no llegabas al público, ahora gracias al nuevo entorno, las redes sociales, eso cambió y es posible que los
artistas tengan su propia audiencia, con la que establecen un diálogo directo.

Altafonte trabaja mucho con disqueras y también con artistas, pero es importante que, aunque lo maneje una disquera, el artista sepa y trabaje en lo que quiere
comunicar. Cuando el artista tiene esto claro es cuando necesita de una agregadora que pueda ayudarlos a dar ese paso más. Por su parte, Ariel Etbul, de Ditto, enfatizó que un artista independiente debe ser el director general de su proyecto.

Lo que ha cambiado de unos años para acá es que hay más opciones para el artista independiente. Las ventajas que te ofrece una distribuidora es que puedes llegar a
lugares que antes solo podías imaginar como disquera, que puedas tener más artistas, que puedas tener oportunidades de crecimiento digital en otros territorios.
Las distribuidoras, aunque tienen modelo de negocios diferentes, te ayudan a llegar a lugares donde no estás.

Al respecto de las nuevas tendencias de consumo, Etbul señaló: “lo que cambia es que hay que entender como tu fan consume música, la gente ya no consume
álbumes, consume tracks, las generaciones actuales consumen tracks. Cada viernes salen miles de novedades y hay que competir para estar visible todo el
tiempo posible”. Opinión distinta a la de Irma Grass, pues ella asegura que “el disco todavía tiene su vida, hay otros tipos de audiencia y otro tipo de músicos que todavía pueden apreciar el trabajo que contiene un disco, eso todavía sigue teniendo sentido, aunque la tendencia sea tracks. Además, no todos los artistas son
mainstream, ni necesariamente lo quieren ser, muchos se quieren dirigir a su nicho, no a la masa y puedes funcionar en el mundo de la música”.

Sumándose a la discusión, Mario Sánchez, de CD Baby, aclaró que “los músicos deben tener un concepto completo de la obra, ya que muchos piensan que hoy en
día no hay que hacer un disco; de hecho, alguna vez escuché a un periodista decir que los rockeros deberían aprender de los hip-hoperos que sacan un track nuevo
cada semana… pero las canciones no son videoblogs. Eso depende del artista”.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_single_image image=”13646″ img_size=”full” alignment=”center”][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]

Mujeres: las periodistas que inspiran

Durante la segunda jornada de FIMPRO, las mesas de trabajo periodístico siguieron adelante con el tema “La mirada femenina”, contando con la presencia de la
periodista y programadora radiofónica colombiana Luisa Piñeros, así como con la participación de Natalia Cano y Liliana Estrada, ambas de la Ciudad de México. Tras una breve semblanza profesional, la charla se enfocó en desgranar aquellas situaciones que, como mujeres, han tenido que sortear a lo largo de sus respectivas
trayectorias.

El lugar común nos dice que, muy seguramente, la plática comenzaría a rondar los archisabidos temas de siempre: acoso, condiciones desfavorables en comparación
con las de sus colegas hombres, disparidad de oportunidades para crecer. Sin embargo, las tres panelistas coincidieron en que, al menos en el ámbito del
periodismo musical, las condiciones han cambiado mucho: hoy día, compartió Piñeros, “competir con los hombres no tiene cabida.”

No se trata de que el espacio ya haya sido ‘conquistado’ por las mujeres. Mucho menos implica que las mujeres que en él se desarrollan hayan tirado la toalla.
Significa que, poco a poco, la equidad se ha convertido en el motor, pues, como señaló Natalia Cano, “el que tiene talento puede encontrar un lugar” y, aún más allá,
Liliana Estrada apuntó que la competencia no tiene sentido, pues “el trabajo en equipo es lo que puede fortalecer a la industria musical y al periodismo”.

A través de sus experiencias profesionales, los asistentes, estudiantes en su mayoría, pudieron caer en cuenta de que en el ámbito para el que se están
formando goza de unas condiciones que no todos los campos tienen: la construcción de una dinámica de equidad que no tenga que ampararse en las
llamadas “cuotas de género” u otras formas para promover la igualdad.

Al abrir las preguntas al público, un cuestionamiento invitó a una reflexión aún más profunda: ¿en qué consiste y qué aporta de diferente la mirada femenina dentro del periodismo musical? El monólogo se convirtió en abierto diálogo del que se obtuvieron dos ideas a todas luces atinadas: por un lado, Liliana Estrada subrayó
que, en buena medida, las mujeres tienen un mayor atrevimiento que los hombres y eso les da una perspectiva mucho más arriesgada. Para Luisa Piñeros, el aporte
es un poco más sutil pero igual de poderoso: las mujeres periodistas, además de informar, “inspiran al público. Esa es mi palabra de hoy: inspirar”.

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