Rubin Matters es un artista que llega del mundo del teatro musical para aventurarse en una nueva exploración del pop alternativo y el funk. Con una pasión profunda por los sonidos clásicos del pop y R&B de los años 90 y principios de los 2000, Rubin comenzó a escribir canciones como una forma de terapia personal, junto a sus mejores amigos, sin la intención de compartirlas públicamente. Sin embargo, su talento y visión lo llevaron a colaborar con el productor Oscar Sharah, quien ayudó a dar vida a sus canciones cargadas de hooks pegajosos y un toque teatral. Su sencillo debut, I Can Walk Away, marca un nuevo comienzo para Rubin Matters, quien se muestra con una voz fuerte y auténtica.
La letra es un relato sincero y poderoso de empoderamiento post-ruptura. Rubin Matters utiliza su habilidad lírica para convertir el dolor en fuerza, creando un himno para aquellos que han encontrado claridad y humor después de una relación difícil. Reflejando una transformación personal en la que Rubin finalmente se siente libre de las cadenas emocionales de su pasado. Es una canción que, aunque nace de la tristeza, se convierte en una celebración de la independencia y la autoconfianza recuperada.
I never thought we wouldn’t make it
And yet you left me on my own
I never thought I’d stop the aching
Does it surprise you that I’m happy all alone?
I don’t need the cash you keep it
Coz I’ll rebuild with empty pockets
Now I know you couldn’t give me what I needed
Were you scared that I would make it?
You won’t believe it but I’m stronger sleeping alone
You’ll never see it but I’m coming into my own
And I can walk away from all the lies you let me live
Coz they were never mine to begin with…
En cuanto a la producción, I Can Walk Away es una mezcla vibrante de influencias que van desde el jazz hasta el pop-rock y la música dance. Oscar Sharah logra capturar el espíritu teatral de Rubin Matters, construyendo la canción de manera que cada sección se siente como un capítulo en la historia de su liberación personal. Los elementos funk aportan un groove irresistible, mientras que la estructura ascendente de la canción refleja el creciente sentido de libertad que Rubin experimenta. Es una producción que combina lo clásico y lo moderno, dando como resultado una pieza dinámica y memorable que destaca por su energía y emotividad.
En conclusión, I Can Walk Away es un debut impresionante y un recordatorio de que, a veces, el dolor puede ser el catalizador para encontrar nuestra verdadera fuerza interior. Con un enfoque fresco y auténtico, Rubin promete ser una presencia notable en la escena pop alternativo. Si estás buscando una canción que te inspire a dejar atrás el pasado y abrazar un nuevo comienzo, es momento de darle play.
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