Asylum 213 es una banda oriunda de Richmond, VA, que ha pasado los últimos cinco años perfeccionando su capacidad para romper moldes musicales y fusionar géneros aparentemente dispares en un estilo propio y provocador. Con una mezcla audaz de mathcore, noise rock, shoegaze, sludge rock y elementos pop, este cuarteto, compuesto por Dylan Lawson (guitarra y voz), Dexy Collier (bajo), Marvin Ward (keytar) y Benjamin Pilch (batería), ha conseguido ganarse un lugar como una de las propuestas más singulares en la escena del alternative metal. Su nuevo sencillo D.G.A.F. es un ejemplo más de su habilidad para crear canciones que no solo desafían las normas musicales, sino que también incitan a la reflexión.
D.G.A.F. es una crítica mordaz hacia aquellos que, envueltos en el velo de la fama, parecen estar exentos de las consecuencias de sus acciones. Asylum 213 expone la hipocresía y la falta de responsabilidad que a menudo acompaña a la celebridad. La canción cuestiona la impunidad moral que se otorga a quienes han alcanzado cierto estatus, subrayando la frustración de aquellos que observan cómo estos individuos continúan «spewing toxic habits all over the place» sin enfrentar las repercusiones que merecen. Es una llamada de atención enérgica y directa, que no se detiene en sutilezas.
Don’t it feel so good to get away?
Never have to work, you can always play
Moral immunity pairs with fame
You wrote that one song, now you’re always safe!
I’m not trying to find myself I’m just trying to run away
I’m not trying to fix a thing, I’ll just virtue signal my way to saving face…
Producción y Sonido en Asylum 213
Musicalmente, D.G.A.F. es un torbellino de sonidos y emociones que encapsulan perfectamente la esencia del math rock. La producción es intensa y caótica, con cambios de tiempo que te mantienen en vilo. Dylan Lawson entrega sus líneas con una mezcla de furia y sarcasmo, mientras que el bajo de Dexy Collier y el keytar de Marvin Ward añaden capas de complejidad al sonido general. Benjamin Pilch, en la batería, mantiene la estructura rítmica que es tan impredecible como efectiva. Es una pista que desafía las convenciones y recompensa al oyente con su energía implacable y su habilidad para mezclar estilos de manera innovadora.
D.G.A.F. de Asylum 213 es una poderosa declaración de principios. Con su letra incisiva y su producción intrépida, la banda no solo nos ofrece una experiencia musical electrizante, sino que también nos invita a reflexionar sobre la cultura de la impunidad y la responsabilidad personal. Asylum 213 nos demuestra que están aquí para sacudirnos, tanto musical como ideológicamente, consolidándose como una de las bandas más intrigantes y relevantes del año.
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